Por lo general en los hospitales siempre me he sentido incomodx. La última vez tuve que hacerme una toma radiográfica.
Enseguida describo lo que sucedió:
Doctor: Buen Día, Adelante
Yo: Buen Día! Aquí está mi cartilla
Doctor: Ok. Te vas a quitar toda la ropa solo te dejas los bóxer (diciendo de una forma muy rápida)
Yo: Muy bien.
Doctor: ¿Tú eres Mariana?
Yo: Sí
Pasaron como 30 segundos (el doctor procesando mi respuesta)
Doctor: ¿Eres Mujer?
Yo: sí, soy mujer.
En seguida entre al vestidor, me desvestí, me coloque la bata. Salí.
Después el Dr. me indico las posiciones para las tomas.
Muy rápido me tomo las imágenes. En unos minutos estaban listas.
Por lo general las clínicas del Seguro social tienen mala reputación, y el trato de los doctores a las personas que lucimos “diferentes” suele ser peor que las personas comunes. Sin embargo en esta clínica desde que estoy inscritx, solo he recibido buenas atenciones, buen trato, y eso me da muchas esperanzas, ya que no todo puede ser igual hay unas excepciones como estas.
Con el hecho de que estoy asimilando y aceptando “mis diferencias corporales” me puedo relajar más y eso hace todo más fácil, con los doctores, en el trabajo y mi vida cotidiana en general.
Entiendo que muchas veces las personas tienen curiosidad por lo que suele ser o verse diferente, y muchas veces no son mal intencionadas las preguntas e interpretaciones.
Me gustaría que algún día hubiera una atención adecuada, para nosotros, que vivimos con cuerpos intersex, que hubiera equipo especial, pero sobre todo el trato fuera el adecuado, sueño que ese día llegue, y que ya no haya más malos tratos, y violaciones a nuestros derechos, una atención con calidad y calidez humana.